Cualquier alumno que haya psado en los últimos años por mis clases ha compartido conmigo la compleja e increíble historia de Nelson Mandela y cómo, entre otras muchísimas cosas, supo utilizar el deporte como elemento de unión y de concordia.
No seré yo quien se atreva a hacer una reflexión más o menos profunda sobre este intenso personaje.
Desde este pequeño rincón, solo me atrevo a darle las gracias por hacer todo aquello que hizo y sobre todas las cosas por cómo lo hizo. también me gustaría compartir con vosotros el poema (no es el original pero es que esta versión a mi personalmente me gusta más) que yo considero uno de los más bonitos que jamás haya leido. No se si la causa es mi condición de profesor, de deportista, de amigo, hijo...o simplemente de ser humano en un mundo que cada día me gusta menos y nos exige más.
De nuevo, ¡GRACIAS MADIBA!
INVICTUS
En la noche que me envuelve,
negra como un pozo insondable,
doy gracias al dios que fuere
por mi alma inconquistable.
En las garras de las circunstancias
no he gemido ni llorado.
Ante las puñaladas del azar
si bien he sangrado, jamás me he postrado.
Más allá de este lugar de ira y llantos
acecha la oscuridad con su horror,
no obstante la amenaza de los años
me halla y me hallará sin temor.
Ya no importa cuán recto haya seguido el camino,
ni cuántos castigos lleve a la espalda,
soy el amo de mi destino,
soy el capitán de mi alma.